Eliphas Levi Zahed
Eliphas Levi (1810-1875) es el
pseudónimo con el que se conoció al escritor francés Alfonse Louis Constant,
iluminado, profeta y mago, considerado la máxima expresión del ocultismo
romántico del siglo XIX. Su vida y su obra están atravesadas por la leyenda misma
que se forjó alrededor de su nombre y su genio, que supo inspirar a los
Hierofantes de todas la Ordenes Iniciáticas de su época. Es por ello que aún,
pasado tanto tiempo desde su muerte, los historiadores siguen sin poder
descifrar a ciencia cierta el lugar que ocupó en aquel universo, en el que
brillaron tantos grandes alquimistas y místicos como no se veía desde el Renacimiento.
Desde la humilde cuna hasta su muerte, casi en la miseria, existe un recorrido
que lo llevó a los cenáculos más selectos del esoterismo europeo, a las
refinadas mansiones de hombres de alta alcurnia que perseguían el sueño del oro
filosófico.
Todo lo que un individuo abocado
al estudio del pensamiento mágico puede estudiar está indicado en esta obra. Y
esta afirmación, que pareciera pretenciosa, no lo es en lo más mínimo, porque
la lectura de Historia de la Magia sólo puede disparar la necesidad de seguir
leyendo, de avanzar en el inflamado espíritu del abate Constant, que amenaza al
lector condenándolo a ser el grano si no
es capaz de ser el molinero. ¿Qué ocultista no conoce esta frase de Eliphas
Levi? ¿Qué ocultista no aprendió de sus obras el misterio del Corpus Herméticum
y la belleza de la Tabla de Esmeralda?
Su historia de la Magia es la
historia de su vida de mago. Es el éxtasis que lo levó ante el espectro de
Apolonio de Tiana y es también –cabe señalarlo- el fruto de una época de
revoluciones de las que fue protagonista, rehuyendo del ostracismo al que
muchos otros ocultistas se arrojaban mientras Francia se sacudía en los
vaivenes políticos. Por todo esto, la obra que comentamos es de por sí un
monumento que debe leerse una y otra vez, como si de un diccionario se tratase.
En ella encuentra sentido la “Iniciación”
como institución. Como consecuencia toman sentido las Ordenes Iniciáticas a
muchas de las cuales perteneció y llevó hacia sus épocas de mayor esplendor.
Supo encontrar las relaciones que surcan el mundo del esoterismo y fue un
verdadero genio en la aplicación de la Ley de Analogía que rige todo el mundo
del Ocultismo. En síntesis, una obra maravillosa de un hombre irrepetible sobre
el que volveremos una y otra vez en este espacio, hasta que su memoria y sus
libros hayan recibido el merecido premio de miles de lecturas.
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